Cajas dañadas, bienes extraviados, piezas rotas durante el transporte… En tiempo de mudanza el correcto embalaje de las pertenencias requiere un saber hacer, una experiencia de la que carece la mayoría de personas, por más que el español medio cambie de residencia cuatro veces a lo largo de su vida, según el portal Pisos.com.

Embalar las posesiones para su traslado es la parte más crítica de una mudanza. Muchos la realizan sin el menor cuidado además, sufriendo después las consecuencias (electrodomésticos deteriorados, platos desportillados, etcétera). Para evitar estas molestias, los siguientes consejos para embalar en una mudanza son de gran utilidad.

Así deben embalarse los bienes para una mudanza

Usar cajas resistentes y de tamaño mediano o grande

Las cajas de cartón salvaguardan las pertenencias hasta la llegada a su destino, no debiendo escatimarse en ellas. Se recomienda adquirir un 20% más de las unidades necesarias, pues las estimaciones a la baja dan malos resultados. En cuanto al tipo de caja, deberá ser resistente a golpes y humedades, de tamaño mediano o grande, con solapas para los bienes de peso y dimensiones mayores y con tapas para los más ligeros y pequeños. Así pues, en respuesta a la cuestión de qué necesito para una mudanza, un surtido de cajas adecuadas no puede faltar.

Emplear materiales de relleno y protección

Los traqueteos, golpes y caídas son inevitables durante el transporte, pero sus efectos pueden mitigarse con el uso de materiales de relleno y protección: láminas de espuma, plásticos de burbujas, bolas de poliestireno, etcétera. Al embalar para mudanza, estos productos son útiles para rellenar huecos, cubrir los objetos más frágiles y acolchar la parte superior e inferior de las cajas, de forma que estas puedan apilarse sin temor a dañar su contenido. Para ahorrarse la compra de cajas y materiales de relleno, los interesados pueden contratar los servicios de una empresa de mudanzas.

Embalar los bienes según sus necesidades

Porque una otomana no precisa los mismos cuidados que una vajilla porcelánica, el embalaje debe adaptarse a las necesidades de cada objeto. Así, las sillas, mesas, sofás y otras piezas de mobiliario requieren un desmontaje previo al empaquetado, además del forrado de cada elemento en plásticos de burbujas o mantas gruesas.

Por su parte, las pertenencias más rompedizos (cerámicas, platos, artículos de colección, etcétera) deben envolverse individualmente en tiras de rollo de espuma y plástico de burbuja, además de acomodarse en superficies acolchadas de foam o poliestileno, dependiendo de su fragilidad. En cuanto a los espejos y cristales, las mantas para paquetes proporcionan una envoltura protectora durante su traslado.

Respecto a la joyería y los artículos de valor, uno de los mejores tips para empaquetar en una mudanza consiste en introducirlos en cajas pequeñas llenas de bolitas de poliestileno o similar, aislando el conjunto con plástico film, para evitar que la humedad o las salpicaduras hagan mella en su contenido.